Por Jennifer Marrugo
Endre Friedmann y Gerda Taro —nacida con el nombre de Gerta Pohorylle— fueron los creadores de mítico nombre que hoy se ha vuelto leyenda entre los amantes de la fotografía. Ambos anduvieron en el frente de batalla capturando lo que ocurría. Robert Capa tenía vida propia, Endre y Gerda se la dieron a partes iguales y jamás se supo quién era el hacedor de cual foto.

Indiscutiblemente, al utilizar un alias masculino la balanza de los créditos ha sido mezquina con Taro. Cada vez que se habla de Capa salta el nombre de Friedmann.
Endre era un húngaro hipnotizado por la acera de la izquierda. Siendo un adolescente de 17 años se fue a Alemania para estudiar periodismo. Tras un breve paso por la agencia Dephot, donde estrenó sus destrezas como fotoperiodista, fue a París y allí se inicia en la revista Regards cubriendo los actos del Frente Popular.
Por qué Robert Capa
Estando en la capital francesa, entre 1932 y 1936, Friedmann conoce a la alemana Gerda Taro. Es entonces cuando su unión traspasó la barrera profesional a la sentimental. Decidieron usar el seudónimo de Robert Capa para aumentar sus ingresos a través de las fotografías que muchas veces les resultaba difícil vender a las agencias.

Estuvieron presentes en la Guerra Civil Española, donde surgió el icónico retrato Muerte a un miliciano, capturado un 5 de septiembre de 1936, y que durante años ha estado en medio de la controversia. Algunos desestiman que la captura sea real, mientras que otros dan fe de lo ocurrido, incluso, se identifica al miliciano como Federico Borrell García.

Muerte en batalla
Gerda se fue antes de tiempo cumpliendo con su trabajo. El 26 de julio de 1937 cayó de un vehículo militar y fue arrollada por el mismo. Tras varias horas de agonía, murió a sus cortos 26 años.

Endre continuó el legado. Estuvo presente en la Segunda Guerra Mundial. De allí surgieron “Las magníficas once”, el reducido grupo de fotografías sobre el conflicto armado que sobrevivieron al revelado.
Cuando terminaron oficialmente las guerras, Friedman cambio de escenario. Para 1947 se rodeaba de la crème de París, como Pablo Picasso y Ernest Hemingway.
Ese mismo año, se radicó en Estados Unidos donde fundó junto a Henri Cartier–Bresson, Rodger, Vandiver y David Seymour, la agencia fotográfica cooperativa “Magnun photos”, una referencia en el mundo periodístico.
El 25 de mayo de 1954 murió la otra mitad de Robert Capa. El húngaro, mientras acompañaba al ejército francés en Vietnam, se bajó para hacer capturas del avance e inesperadamente pisó una mina que le arrebato la vida.

Su muerte fue la máxima representación de su frase más icónica: “Si no has sacado buenas fotografías, es porque no te has acercado demasiado”.